“Cine, cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es
cine, y los sueños… cines son”,
Tarareando la canción de la banda de rock
español “Poncho K” me pregunto si existe sobre la faz de la tierra alguna
persona a la que no le guste el cine, que seguro que la hay. La industria cinematográfica,
o ya no precisamente este sector concreto, sino la cultura en general, se ha
visto amenazada por la crisis económica que desde 2008 acecha a nuestro país
con terribles impuestos, recortes y subidas de IVA entre otras medidas, algunas
bastante fraudulentas, convirtiendo el ocio y la cultura en artículos de lujo,
exclusivos para aquellas personas que pueden permitírselo hoy en día.
No es de extrañar que con los
precios que se han impuesto para las actividades lúdicas y culturales, la
gente, en especial los jóvenes, prefieran quedarse en casa y descargarse una
película en Internet antes que ir al cine. Podrán acusar este hecho de
piratería, pero lo que realmente es un “robo” es el precio de las entradas para
ver una película en una sala espaciosa con una pantalla gigantesca, con tus
palomitas y con tu Coca-Cola que hoy en día también te cuestan un riñón y medio.
Sin ir más lejos, el cine ha
subido un 36% en los últimos siete años. En 2004 la entrada costaba alrededor de
unos cuatro euros y hoy en día alcanza fácilmente los ocho euros e incluso los diez,
dependiendo del cine. ¡Imagínate ver una película en 3D! Perfectamente el
precio podría ascender a los once euros por entrada. Con estos costes, la
verdad, es que entran ganas de quedarse en casa viendo el peliculón de Antena
3.
Por suerte, para la gente que
tiene el bolsillo resentido o únicamente se niega a ir al cine para gastar esos
exagerados diez euros, desde hace varios años ha llegado a nuestro país la
denominada “Fiesta del cine”, que tendrá lugar los días 21, 22 y 23 de octubre y es una ocasión única para los amantes cinéfilos. Pero,
no solo se benefician los “cinespectadores”, sino también la industria
cinematográfica que con este gran evento que dura tres días pretenden volver a
esos nostálgicos años en los que las salas se llenaban hasta los topes.
Un año más, las federaciones y
confederaciones cinematográficas españolas (FAPAE, FEDICINE, ICAA y FECE)
vuelven a estar detrás del telón para preparar esta iniciativa que en el 2013
trae algunas novedades. La primera y más importante es que el precio ha variado del año pasado a este, ascendiendo en noventa céntimos (2,90 euros), peeeeero esta vez no existe esa obligada necesidad y exigencia previa de comprar la entrada por el precio normal para conseguir dicha oferta. Esta novedad es realmente buena porque por fin niegan el lujo y la exclusividad
poniendo al alcance de todos esta maravillosa promoción sin que tu bolsillo
apenas lo note.
Con todo, lo único que se debe
hacer para disfrutar del cine a 2’90 euros, un precio mucho inferior de lo que
costaba en 2004, es registrarse en la web de: www.fiestadelcine.com, poner tus datos,
imprimir la entrada y solo entonces estarás listo para una buena dosis de
estrenos, de palomitas, de Coca-Colas, de amigos y familiares. Una vez más
podremos ver esas colas kilométricas que se forman alrededor de los grandes
cines, centenares de personas que con tres monedas en la mano o tan solo un
billete se preparan para disfrutar como nunca lo han hecho del cine, porque
esta fiesta, por desgracia, solo se organiza una vez al año.
Y yo me pregunto,
¿no sería mejor que fuera todo el año de esta manera? Si el cine costase siempre tan barato, ninguna sala quebraría ni se vería amenazada por los altos impuestos.
Imagino que la solución es bastante sencilla para que se haga realidad y en
España nos gusta ir a contracorriente… mientras tanto no nos queda otra que
aprovechar la ocasión.
¡Qué disfrutéis del espectáculo!
Si la situación de la industria cinematográfica fuera más favorable no tendríamos que, por desgracia, empezar nuestros blogs de crítica cultural aludiendo a este espinoso tema. Pero la realidad es la que es, la que bien describes en esta entrada y es muy triste que algo tan popular como ir al cine sea ahora un capricho para los más pudientes.
ResponderEliminarRespecto a La fiesta del cine está muy bien, pero es un hecho muy puntual. No obstante, si se busca bien, se puede hoy en día disfrutar del cine a unos precios razonables, por poner un ejemplo, en unos cines de Alzira han sacado una especie de tarifa plana en la cual por 20 euros al mes puedes ir al cine cuantas veces quieras. Está genial, pero yo por ejemplo no me lo he comprado ¿el por qué? por la oferta poco variada de sus salas, casi todo películas de animación, de terror, y largometrajes que tienen mucha repercusión en los medios pero desde mi punto de vista de dudosa calidad. Con esa cartelera que no apuesta por cine de autor, por producciones en V.O, por películas "de minorías" a mí no me saldría rentable el bono, ya que suelo consumir ese tipo de cine. Por esa parte creo que los cines deberían ver a qué tipo de público quieren llegar y ampliar su oferta.
¡Nos leemos!
Lucía Martínez
Da la casualidad que tanto como Lucia Martínez como tú habéis escrito sobre el mismo tema: la crisis del cine. Afortunadamente tu titular me ha enganchado a seguir leyendo otra vez sobre el mismo tema. Creo que no existe otra expresión que mejor acerque la descripción del cine. Me ha gustado mucho. Además es importante la información, datos y enlace sobre la Fiesta del Cine que viene próximamente. Muy bien.
ResponderEliminarPor cierto ya está la entrada de Breaking Bad que deseabas. Saludos Rocio.
Ana Ribas